Nombre y apellidos

Texto que describe un poco la persona que hace el testimonio. Texto que describe un poco la persona que hace el testimonio. Texto que describe un poco la persona que hace el testimonio. Texto que describe un poco la persona que hace el testimonio. Texto que describe un poco la persona que hace el testimonio.

Texto que describe un poco la persona que hace el testimonio. Texto que describe un poco la persona que hace el testimonio. Texto que describe un poco la persona que hace el testimonio.

1. PRESÉNTATE. Quién eres, de dónde, cuántos años tienes, qué has hecho anteriormente (Estudios, trabajo…) y dónde vives hoy, qué estás haciendo

Mi nombre es Leire, soy de Santurce (Vizcaya, País Vasco), tengo 21 años y soy postulante de las Hijas de la Caridad desde octubre del 2021. Durante estos años he tenido la suerte de hacer voluntariado y experiencias en obras sociales de las casas de las Hermana. Además, soy educadora social, carrera que he estudiado en la Universidad del País Vasco. Hice las prácticas en AVIFES (Asociación para personas con enfermedad mental) y en la Residencia Purísima Concepción de Murgia (junto a la Comunidad de Hijas de la Caridad). Una vez terminado, he realizado el Prepostulantado en la Cocina Económica de Santander, donde también he tenido la suerte de trabajar. Todo esto me ha ayudado a ir descubriendo a Dios en los más necesitados.

Ahora hago el Postulantado en Lugo, con la Comunidad del Colegio de la Milagrosa. Por un lado, hago formación para ir conociendo cada vez mejor la Compañía, la vida de las Hijas de la Caridad, la oración o los Fundadores. Por otro, hago servicio en el comedor de San Froilán, donde las Hermanas van diariamente a servir; doy clases de apoyo a niños que por diversas dificultades necesitan ayuda en los estudios; y una vez al mes voy a Mondoñedo al centro San Pablo y San Lázaro, centro de personas con discapacidad.

2.  ¿Siempre has tenido fe?¿Cómo vivía tu familia el aspecto religioso? 

Desde pequeña mi madre me habló de Dios, me llevó al colegio de Hijas de la Caridad, quiso que fuera bautizada, que hiciera la comunión… Me transmitió una fe sencilla, de casa, pero que a la vez ha sido la base primordial para que mi fe fuera creciendo. Es verdad, que cuando fui creciendo y descubriendo a Dios, a mi familia le chocaban muchas veces. Al no ser creyentes o no conocer a Dios como me lo han transmitido las Hermanas, no terminan de entender que para mí fuera imprescindible.

3.  ¿Cómo fue la primera vez que se te pasó por la cabeza la posibilidad de ser Hija de la Caridad?

Realmente no sé cuándo fue la primera vez. Recuerdo que se me pasaba por la cabeza alguna vez como una estrella fugaz, que pasa rápido, pero pensaba que eso no podía ser posible, que era una tontería. Sí que recuerdo la primera vez que se lo expresé a una Hermana, y entonces todo empezó a cobrar un sentido distinto. Los sentimientos se revolvían porque ese “imposible” se iba convirtiendo poco a poco en un “¿y por qué no?”.

4.  ¿Qué es eso de sentir la llamada de Dios?¿Cómo descubriste que te llamaba?

 Lo primero es sentirme querida por Dios. Pero claro Dios no llama como quien te habla por teléfono… se hace ver y escuchar a través de los demás. Cuando escuchaba

las palabras de las Hermanas sentía que Dios me hablaba. Cuando veía la necesidad de los pobres, o cuando les oía pedir ayuda, sentía que era Él el que me pedía que fuera sus manos.

Con lo cual, descubrí que me llamaba a través de los pobres y las Hermanas. Cuando empecé a hacer experiencias de servicio y fui conociendo la vida de las Hijas de la Caridad, todo lo que me proporcionaba comodidad y seguridad se iba desencajando, y solo daba sentido a mi vida justamente eso, los pobres y las HC. Además, Dios hacía que todo lo que fuera realizando fuera dirigiéndose a Él, el voluntariado, los estudios, las amistades, los encuentros… Entonces… si solo Dios llenaba mi vida, solo podía ser porque quería que me diera al 100%.

5.  Para tomar la decisión de dar un primer paso… ¿qué ayuda buscaste, cómo fuiste haciendo ese proceso hasta decir SÍ?¿Fue fácil o difícil?

Siempre a las Hermanas, ya fuera por las experiencias vividas en las comunidades (porque de todas siempre he tenido algo que aprender), del servicio que realizaban y que iba conociendo, la amistad con otras jóvenes que iban recorriendo un camino como el que yo estaba haciendo o del acompañamiento. Sobre todo eso, hablar, expresar, reir, llorar… buscaba sacar los sentimientos, entender lo que me estaba pasando y encajar todas las piezas. Así, poco a poco, fui sintiendo que quería dar ese paso de comenzar esta aventura, siempre con ese apoyo. Claro que, ha sido algo progresivo, un SÍ en mucho tiempo, un SÍ compuesto por muchos pequeños síes. Es una sensación de que todo se va hilando, y que aunque me pudiera generar angustia o miedo, me hacía feliz.

6.  Y cuáles han sido esos primeros pasos qué has ido dando…

 Como he dicho antes, todo en lo que iba haciendo encontraba a Dios. En el colegio de las Hermanas, en la Asociación JMV, en los campamentos sociales… pero esos primeros pasos que me ayudaron a discernir, fueron las experiencias en comunidades, el voluntariado con la gente más necesitada, la experiencias vocacionales, el acompañamiento…

7.  ¿Cómo se tomó esta noticia tu entorno, tu familia y amigos?¿Qué tipo de cosas te han dicho?

Es normal que a la familia le cueste, pero eso no ha hecho que la relación con ellos se rompa. En concreto, me gustaría comentar la postura de un amigo. Este me ha escuchado, apoyado y animado siempre. Cuando se lo expresaba me decía que no lo entendía pero que se alegraba mucho de que hubiera encontrado lo que me hace feliz y que él siempre iba a estar para lo que necesitará. Quiero decir, que Dios, en medio de las críticas o rechazos, siempre pone un rayito de luz que anima, apoya y da fuerza para seguir caminando.

8.  ¿Qué es lo que te atrae del estilo de vida de la HC?

 Lo que más, es el servicio a los pobres y la forma de servirles, que lo hacen desde el carisma vicenciano. Eso da valor y hace un poquito mejor la vida de las personas que más sufren. Que sean sencillas, humildes, que les traten con tanta naturalidad y amor.

9.  ¿Por qué crees que no hay muchos jóvenes que opten por este estilo de vida?

 La sociedad va cambiando, y lo que ahora buscan los jóvenes no tiene nada que ver con esta vida. Tampoco creo que se den la oportunidad de tener un encuentro con Dios y con los pobres, con lo cual, a no ser que una “casualidad” lo generara, no llegarían a descubrir ni plantearse lo que es realmente el estilo de vida de la HC.

10.  De todo lo vivido hasta ahora desde que comenzaste este recorrido…¿Qué es lo que te resulta más difícil o complicado?

Una de las cosas que me cuestan pero que a la vez me ayudan a seguir con fidelidad, es que la vida de una Hija de la Caridad esté organizada de una determinada forma. Quiero decir, antes por lo general yo era dueña de mi tiempo y me organizaba como quisiera dentro de lo que podía Ahora sin embargo, tengo una rutina marcada que yo no puedo controlar, depende de la comunidad, el estudio o el servicio. Pero como decía, al mismo tiempo es lo que me mantiene constante, sin perder la vista de lo que da sentido a mi vida y de que vivo para Dios y los pobres.

11.  ¿Y lo más gratificante?¿Lo que te llena de alegría?

 Diría que por un lado la comunidad y por otro la alegría de poder servir a los pobres. Alguien con los brazos abiertos, con quien compartir, un apoyo, alguien que se preocupa por mi… A veces, la convivencia es difícil, es normal, todas somos distintas, pero si la comunidad llena el corazón y es un apoyo, el servicio también será mucho más alegre y eficiente.

12. ¿Quién es Jesús para ti?

 Jesús es el centro de mi vida, un ejemplo a seguir. Por ejemplo cuando voy al servicio al comedor puedo pensar, como hablaría Jesús con l@s chic@s que vienen a por la comida, sería alegre, exigente, acogedor…Es como un hermano mayor que va marcando los pasos y a quien voy siguiendo en el camino, que nunca me deja sola, me acompaña y me ayuda.

Cooperación Vicenciana

Familia Vicenciana